El pterigion es un crecimiento anormal de la conjuntiva que poco a poco invade la córnea. Se presenta como una carnosidad roja y blanquecina de forma triangular que habitualmente aparece en el lado más cercano a la nariz, pero puede afectar el lado externo o a ambos ojos.
Aunque se desconoce por qué se desarrolla exactamente, se considera como causa principal la exposición excesiva al sol. El pterigion también es más común en las personas que han sufrido exposición a condiciones ambientales irritantes como el polvo, calor, sequedad, humo o viento en exceso. Otros factores de riesgo son la edad y el sexo, ya que se presenta con mayor frecuencia en hombres de avanzada edad.
Los síntomas que acompañan la aparición de la carnosidad o pterigion son: ardor, irritación, dificultades para parpadear, lagrimeo e, incluso, puede llegar a impedir la visión cuando se extiende mucho a la parte central de la córnea. Antes de llegar a ese extremo, el especialista en oftalmología suele recomendar la intervención quirúrgica.
La elección del tratamiento para el pterigion dependerá de la evaluación oftalmológica del paciente, tomando en cuenta factores como: el tamaño, la velocidad a la que crece la lesión, fase en la que se encuentra, si la visión se ve afectada, etc. El diagnóstico temprano ayudará a que pueda tratarse con colirios lubricantes para la inflamación o ciertos tipos de lentes de contacto que eviten su progreso. En los casos más avanzados es importante que un especialista pueda encargarse de la cirugía, ya que debe realizarse con mucho cuidado para eliminar el pterigion por completo y evitar que pueda volver a reproducirse.
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